La química del amor
Entrevista a Claudia Cantero, actriz de No me pienso morir
“Me gusta mucho la ficción, bastante más que la vida”, comenta con picardía Claudia Cantero, que de jueves a domingo se infla el pelo y viste el traje de Irma en No me pienso morir, de Mariana Chaud.
A la hora de remontarse en la historia, recordar no es ejercicio fácil incluso para una actriz que trabaja en una obra donde el relato es esencial: “Actué desde muy chica pero durante un tiempo dejé de hacerlo; después me di cuenta que esa época coincidió con los años de la última dictadura militar, del 76 al 83. Ese año entré a la carrera de Bioquímica y ahí vi una obra de teatro off e inmediatamente me acordé de qué era lo que me gustaba”.
Versátil en sus roles, reflexiona acerca de las diferencias en los distintos estilos de actuación: “El teatro es la actuación por excelencia porque al estar el receptor tan cerca, la dedicación es más concreta. El cine es distinto, hay más intermediarios. Pero a su vez te contiene mucho: son muchas horas de trabajo con un equipo enorme y un fin en común: tiene algo de heroico”.
Llena de particularidades, esta artista-científica puede transmitir como pocas personas esa sensación luego de que baje el telón: “Soy bioquímica así que lo analizo todo desde ese lugar. Ante una situación de exposición extrema, el metabolismo se afirma todo; usamos la voz, el cuerpo y las emociones de una manera extraordinaria. Luego de eso queda una suerte de vacío”.
Claudia (al igual que su Irma) responde con firmeza y sonríe al contar que de chica fue cautivada por las vedettes, aunque su mayor referente artístico es Ricardo Bartís. “El juego sería no creer que soy Irma, si no hacerle creer a los que están mirando que yo soy Irma. Eso no quiere decir que no me exprese a través de Irma. Irma no es algo por fuera de mí, es una construcción mía. Por más que esté escrita en una obra, si otra actriz hiciera a Irma, la haría de forma diferente”, dice acerca de la construcción de su personaje.
No me pienso morir es el relato de muchas mujeres de distintas generaciones, que reflexionan sobre el amor y la importancia de contar el cuento: “Hoy las mujeres tienen otros objetivos. Quizá hay algo de las mujeres del pasado que sobrevaloran el tema del amor, no porque yo piense que es un tema menor, sino porque me parece que durante demasiados años fue un tema mayor”.
Pero tal como lo indica su título, la pieza también trata temáticas como la muerte y la familia, con una fuerte impronta humorística. “Creo que lo que cualquier artista pretende es abrir la percepción del espectador, perturbarla para que no sea tan clara, tan unívoca; y creo que el humor es una puerta de entrada muy efectiva para que los temas más duros puedan ser procesados por el otro”, comenta.
Con una larga trayectoria en el circuito de teatro independiente, es el turno de Cantero de pisar el TC - TNA, del que opina que está pasando por un gran momento: “Creo que lo que está ocurriendo es responsabilidad absoluta de Alejandro Tantanian, no de la gestión de la Secretaría de Cultura de la que soy absolutamente crítica. Creo que ha hecho que este teatro se moviera casi como si fuera independiente pero desde el Estado, con la creatividad, con las ganas y el deseo de que las cosas pasen de verdad y no para capturar algún voto”.