“En unos años los críticos no vamos a existir más”
Antes de dedicarse a la dirección teatral, Pablo Gorlero es periodista y crítico. Acerca de ese rol habla en esta nota, además de darnos un adelanto del próximo año: estrenará tres musicales nuevos.
Una vez al año ve la película Cantando bajo la lluvia y cada tanto se escapa a ver obras a Broadway, aunque afirma que en la Argentina hay una pasión única e incomparable, algo que no se encuentra tan a menudo en las puestas de Nueva York. Pablo Gorlero se enamoró de la comedia musical en el secundario, cuando fue a ver El diluvio que viene y quedó completamente hipnotizado por la forma en que los personajes expresaban emociones a través de la música. Desde ese momento, se convirtió en una amada eterna: le dedicó un gran libro de tres tomos, puso en escena algunos shows y dos musicales infantiles, y junto al director y coreógrafo Ricky Pashkus, creó los Premios Hugo al teatro musical, que legitimaron y dieron mayor visibilidad al género, usualmente menospreciado.
Periodista, crítico y director, hoy disfruta de todos sus roles por igual. El periodismo estuvo desde siempre en su esencia y la dirección es un terreno nuevo que lo mantiene entusiasmado. Aún se debate a qué dedicarle más tiempo, pero lo seguro es que nada lo mantendrá alejado del teatro.
“No podés ser un crítico óptimo si no oliste un poco por dentro el teatro –expresa Gorlero-. El haber estado metido en ese ámbito me hizo vivir un poco el análisis de una obra desde otro lado, saber qué es lo que le pasa al que está ahí arriba.” Sí, un par de veces abandonó la butaca y se subió al escenario también. Estudió actuación con distintos profesores, conoció métodos y escuelas. Si bien no le agradaba aparecer en las muestras de fin de año, le interesaba indagar en las diferentes técnicas del actor y explorar aquellas herramientas para transformarse en otro. Sin embargo, resalta que lo más importante para escribir sobre teatro es, ante todo, ser periodista: “El crítico tiene que ser periodista. Es una consecuencia. Y si pisó la cancha muchísimo mejor. Si conocés un poco como se hace del otro lado no te dirigís tanto a ser el dueño de la verdad”.
Pero, ¿qué aporta la crítica al hecho artístico? Según Gorlero, una mirada calificada, que analiza el espectáculo para que el lector decida si quiere ir a verlo. Para el artista es encontrarse con una mirada distinta. “A mí me parece absolutamente interesante, siempre y cuando sea con respeto. Creo que terminó esa época en donde los críticos eran despiadados y decían ‘Fulanito no merece subirse al escenario’. Nadie tiene derecho a decir algo así”, dice el periodista. De todas formas, opina que la crítica va en absoluta retirada: “En unos años los críticos no vamos a existir más. No va a haber medios donde podamos escribir, porque cada vez son menos aquellos a los que les interesa que haya una crítica teatral. A pesar de que vivimos en un país lleno de teatro, no se considera un arte tan masivo aún”. Admite que a esta altura se considera más un hombre de teatro que un crítico, que cada vez participa menos de la actividad, pero que lucha constantemente por sostener el espacio teatral en cada lugar donde trabaja. “Me di cuenta que hay que seguir remándola. Es estar contra la corriente pero también te sentís como una especie de héroe”, expresa.
A pesar de que no es santa de su devoción, este hombre de teatro también ha pisado el campo de la dramaturgia. Primero con las infantiles Sr Imaginación y Saltimbanquis, obra en la que adaptó la versión italiana a la realidad argentina. Ahora con Cristal –título provisorio, basado en un tango con el mismo nombre-, que contará también con su dirección y se estrenará entre febrero y marzo del año próximo en El Ópalo, su sala de teatro independiente. El texto fue coescrito junto al autor Enrique Morales hace muchos años y quedó como una cuenta pendiente. “Fue un desafío, era para un actor que quería interpretar tangos”, dice Gorlero y agrega que el protagonista será un hombre que está por cumplir 40 –interpretado por Carlos Ledrag- y se pone a repasar las historias que vivió con sus mujeres, a encontrar cuáles fueron sus flaquezas y a buscar una respuesta a porqué está solo a esa edad. En sus planes también hay una comedia musical para adultos que se hará dentro del circuito oficial y una nueva obra para chicos inspirada en el filme ruso La fiesta fascinante. De la crítica tendrá dudas, pero Gorlero sabe que teatro musical hay para rato.