Pequeño manifiesto
Qué complicado el acto de decir. Qué difícil transmitir eso que alguna vez te erizó la piel y te empañó la mirada. Nos lanzamos a la tarea del relato, desde la ingenuidad más poderosa, de aquel hecho sagrado que sucede una vez que sube el telón. Córdoba y Libertad no son solo dos calles de Buenos Aires y un lápiz y un papel (o el teclado de una computadora) no son un fin en sí mismo, sino el medio de transporte a mundos de distintas reglas y mayores libertades. Con el compromiso de cuenta cuentos y la valentía de quien hace preguntas, salimos a escena.