Detrás de escena
Entrevista a Juan Manuel Benbassat: responsable de utilería
Regla número uno: no confundir su ropa negra con expresión de luto. Juan Manuel Benbassat antepone el humor y desconoce su cargo: “Jefe no es una palabra agradable y supervisor menos”. El cargo de esponsable de utilería del TC-TNA le sienta perfecto.
De origen trelewense y familia poco teatrera, Juan Manuel se encontró con el arte escenográfico de la manera más inesperada, armando el escenario de un concierto de Fito Paez en Chubut: “Ese recorrido por abajo del escenario fue un momento mágico, porque me dije 'yo quiero hacer esto', me gusta esta situación, esta adrenalina, este olor”.
Años después entraría a trabajar al TC-TNA, donde lo fantástico pareció acompañarlo: “Tenía la luz de frente y veo una persona a contraluz tirando alcohol de quemar en un tacho y prendiéndolo fuego, fue como entrar a la NASA. Ese muchacho es ahora compañero mío… eso fue hace 20 años en el 97, y ya entré con esa magia, el teatro me recibió así”.
Pero no todo en su trabajo coincide con el plano de la ficción, sino que también resalta la importancia de la organización entre compañeros. Se sonríe al comentar que en 2001, frente a los dichos del ministro de Cultura en ejercicio, Darío Lopérfido, de que no se necesitaba un teatro como el Cervantes teniendo el Colón a dos cuadras, todos los trabajadores decidieron salir a las calles y realizar un abrazo simbólico.
La lucha colectiva queda impresa en su memoria, cuando relata aquel conflicto que mantuvo el teatro cerrado por casi dos años en 2008: “Estaban todos mis compañeros reunidos en asamblea y dimos la noticia de que íbamos a empezar a trabajar al otro día, que el teatro iba a volver a funcionar, y ahí fue un aplauso y un estallido de abrazos y lágrimas”.
Aguerrido y artista combativo, pareciera fundirse con los objetos que día a día realiza, organiza o “atiende” en escena (este último, término para entendidos). Rompe la burbuja e incluye en su discurso a las políticas culturales del Estado y los modelos educativos nacionales: “Ahora hay más universidades donde se estudia arte pero sigue habiendo un solo Teatro Nacional en el que el Estado le da lugar a los profesionales que forma”.
Nadie dijo que fuera fácil… los sábados a veces se hacen largos, pero Juan Manuel Benbassat sigue en la trinchera. ¿Qué lo mueve? Lo que a todos los románticos: el amor por la vocación, la magia del detrás de escena: “Cómo puede ser que en este país, en esta ciudad, con estos gobiernos, en este estado de situación, con estos funcionarios, con los temas edilicios y presupuestarios de este teatro, con las dificultades que tuvimos para que nos llegue el material y con los problemas de organización que hay, que podamos levantar el telón y que la gente aplauda… eso también es magia inexplicable: que podamos levantar todos los días el telón contra toda esa adversidad es mágico, porque cuando se levanta el telón y empieza la función ya no hay vuelta atrás”.