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  • SALA TOMADA

Ure: ético y provocador

A fines de los ochenta, Cristina Banegas, Alberto Ure, Telma Luzzani y Adriana Genta se reunían en El Excéntrico de la 18° para reflexionar acerca de la Argentina y el teatro. Tres décadas después, ese material fue publicado por el TNA – TC en un libro, Asaltar un banco, que se presentó en el teatro con varias personalidades de la cultura como Horacio González y Ricardo Bartis.


Por Guadalupe Taborda Goldman





Como parte del Foco Ure, el homenaje al director que tradujo y adaptó Edipo Rey junto a Elisa Carnelli, el miércoles 22 de mayo en el salón del piso once, Ricardo Bartis, María Pia López, Cristina Banegas, Telma Luzzani y Horacio González presentaron Asaltar un banco, el libro editado por el TNA – TC que completa la trilogía de Ure después de Sacate la careta y Ponete el antifaz.

La directora y actriz Cristina Banegas dio la bienvenida al público y comenzó la charla con un audio de su maestro Alberto Ure acercando su voz al teatro. Continuó Telma Luzzani, periodista de política internacional y escritora, quien como cronista llevó el registro de las reuniones con Ure en El Excéntrico de la 18º, teatro de Banegas.


Luzzani se encargó de modernizar los textos y de pasar las grabaciones “del casete a lo nuevo” para llevar a cabo la redacción de Asaltar un banco: “Estas reuniones ocurrieron entre 1988 y 1989, en un período precaída del muro de Berlín, durante una Argentina menemista en la que se hablaba de privatizaciones con escándalo”, recordó acerca de la situación política y social de esos años. Aquellas conversaciones entre Cristina Banegas, Alberto Ure, Telma Luzzani y Adriana Genta abarcaron temáticas e ideas muy precisas, como la industria cultural, el campo de ensayo, la conservación de la tradición actoral, analizándolos siempre, desde la perspectiva del teatro argentino. “Treinta años después volvimos a disfrutar del filoso sarcasmo de Ure al exponer sus ideas: cada encuentro de relectura con Cristina, en 2018, terminábamos literalmente llorando a carcajadas”, escribió Luzzani en Charlas argentinas, la introducción del libro. }



A diferencia de sus compañeros de mesa, María Pia López no conoció a Ure. La socióloga, ensayista e investigadora habló de Asaltar un banco como un libro que se pregunta qué es una conversación, cuál es su significado y cuál es la relación entre la conversación y el teatro. Según López, “el teatro es el arte más frágil, es un régimen de intensidad, pasan cosas. Lo inesperado aparece en la teatralidad. ¿Qué significa ensayar y qué pasa cuando una puesta es un ensayo? No hay obra acabada. El campo de ensayo, la puesta de un campo minado, el riesgo de estrenar una obra es lo que vuelve interesante a esa conversación, la conversación en donde algo fluye y confluye”.



El teatro de Ure

“El teatro tiene que ser pensado en conceptos”, empezó Horacio González y continuó con una pregunta retórica: “La fragilidad, lo errático, los horizontes, la sexualidad, ¿son conceptos éticos?”. El sociólogo, pensador y docente enumeró algunas de las muchas preocupaciones de Ure, conceptos que lo convertían en un provocador: “La sexualidad oscura, los sentimientos difíciles de expresar, la vida real del actor, los pasos de la ética, las formas del mal, la vida, el campo de simbolización y el campo del público. El teatro es la sociedad y Ure actúa como es porque para él las reglas teatrales no están escritas habitualmente”, concluyó González.



Para finalizar el encuentro, Ricardo Bartis habló del estilo Ure: “Para tener reflexiones, hay que tener un estilo y Ure lo tenía. Alberto sospechaba de aquello que se produce o se dice del teatro. Su teatro funda un territorio: el de la ética de la actuación. ¿Quién pone el cuerpo? Un concepto de Artaud-poeta de quien Ure es deudor. Para actuar, pensaba, hay que estar vinculado y desvinculado a la vez con el mundo porque el teatro es y no es”. Por último, el director catalogó a Adriana Genta y a Cristina Banegas como actrices temibles, dirigidas con el estilo de Ure. Para quienes, al contrario de Bartís, nunca lo vieron en escena, las proyecciones de dos de sus obras durante el Foco Ure constituyeron una oportunidad única para no desperdiciar.

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