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Los entramados del periodismo cultural

¿Cómo trabajan les periodistas y críticos de teatro en las provincias?


Beatriz Molinari, de Córdoba; Fabio Ladetto, de Tucumán; Gisella Ferraro, de Mendoza; y los santafesinos Miguel Passarini, de Rosario, y Roberto Schneider, de Santa Fe capital, son cinco periodistas y críticos dedicados al teatro y a la cultura en general. También de distintas regiones del país, les Jóvenes Periodistas hablaron con elles sobre la profesión.

Por Florencia Ricardi,

Malena Tufró Reutemann

y Rocío Vélez



“El arte teatral es frágil y nosotros escribimos sobre eso, entonces vivimos sobre una especie de tembladeral”, dijo Miguel Passarini en la entrevista virtual en la que participó junto a sus colegas; periodistas culturales de diferentes latitudes del país y de distintas generaciones.

Durante la entrevista se fueron descubriendo diversas formas de hacer periodismo; no es lo mismo escribir desde Buenos Aires que desde otras provincias, desde un medio hegemónico que desde uno independiente. “No se puede disociar el oficio del convenio colectivo de trabajo. Conocemos las leyes laborales, somos trabajadores de prensa, yo defiendo mucho ese rol. El ecosistema de los medios es inmenso. Hoy tenemos que pararnos ahí para ver de qué hablamos cuando hablamos de periodistas”, comentó Beatriz Molinari, periodista del diario La voz del interior, de Córdoba, desde 1986.

Para algunes, el periodismo es un oficio que, a la vez, se vuelve un juego con el lenguaje: “Siempre he tratado de cuidar el lenguaje y de encontrar esas palabras distintas, lindas, que el lenguaje castellano ofrece para poder hacer un trabajo que a uno lo gratifique y gratifique a los lectores. Lo importante es eso”, expresó Roberto Schneider, periodista y crítico teatral del principal diario de la ciudad de Santa Fe, El Litoral, durante 35 años.

Fabio Ladetto, al frente de la sección de espectáculos del tradicional diario La Gaceta de Tucumán desde hace 7 años, reflexionó acerca de las especificidades de la crítica teatral y sus diferencias con la escritura académica: “Creo que tenemos el trabajo de difundir y entretener desde otro lugar, mucho más lineal, mucho más de servicio para que la gente entienda qué es lo que va a ver, le atraiga el hecho artístico teatral”. Por su parte, la mendocina Gisella Ferraro explicó por qué decide hacer crítica en lugar de participar del teatro de otra manera, por ejemplo, desde la actuación: “Soy una apasionada por comunicar y contar lo que me gusta ver, y una apasionada por desentrañar la estructura. Y en el caso del teatro, estamos viendo este lenguaje, con todos sus componentes y el desafío es contar esa estructura, hacer un metadiscurso de lo que estoy viendo, desde un lenguaje escrito”. Mientras que, por su parte, Beatriz agregó: “Como periodista, creo que lo básico es estar en el terreno, hacer trabajo de campo. Veía ensayos, hacía entrevistas, iba a los estrenos. Mi formación tenía que ver con esa práctica periodística. Es decir, que yo me convertí en periodista después”. Estos testimonios expresan la motivación de cada periodista cultural y desde dónde se posiciona a la hora de comunicar.

Les entrevistades trabajan en medios muy distintos entre sí, por su ubicación, su organización, formato y relación con el público. Con respecto al prestigio de algunos medios por sobre otros, Beatriz explicó: “La jerarquización de los medios hegemónicos es el resultado de un mercado. Desde el trabajo, desde el valor que tiene nuestro oficio no hay ninguna diferencia entre lo que hace Miguel y lo que hago yo”.

En estos medios, más masivos, la conexión con el público es compleja, incluso imposible, ya que la relación que se establece casi siempre es unidireccional: “Es muy difícil determinar para quién escribimos, quiénes son los lectores de El Litoral, qué quieren ver. Nosotros no sabemos quien nos lee. Escribimos por el mero placer de escribir y ahí está la cosa”, añadió Roberto.

Por otro lado, Gisella, que trabaja en medios digitales como las redes sociales, más acostumbrada al feedback, comentó sobre el público: “Desde este lugar hay un concepto que es generar comunidad, generar una audiencia que está hablando y tenga la posibilidad de interactuar inmediatamente con el contenido que estás realizando. Entonces ahí hay un potencial. No solo te ocupás de la parte de la emisión, sino que en la constante interacción se va generando el mensaje”.

Además de trabajar en Radio Nacional Rosario desde 2011 y en la revista cultural Barullo, entre otros medios, Miguel Passarini contó su experiencia formando parte de un proyecto cooperativo en El Ciudadano de Rosario: “Tenemos cantidad de colaboradores freelance, gente que nos trae notas, las leemos, nos gusta como escribe, le proponemos algo. Siempre está viniendo gente al diario, pero nosotros somos los mismos que limpiamos el baño, bajamos los bidones de agua para el dispenser y nos ponemos a escribir las notas”, dijo el periodista nacido en el pueblo Wheelwright (Santa Fe) pero que desarrolló su carrera en la populosa Rosario.

Sobre el futuro de los medios gráficos y las nuevas formas de comunicar, Fabio expresó: “Reivindico la cuestión de construir nichos en términos digitales, creo que esa es la estrategia a la que hay que apuntar, más que ir a medios que se están agotando en sí mismos. Hay que cambiar totalmente la cabeza y ese cambio de cabeza, quienes estamos más cerca de jubilarnos que de empezar la profesión, es muy difícil que lo concretemos. Pero sí creo que es un desafío que hay que imponer a las nuevas generaciones. Hay que empezar a pensar otras formas de comunicarse. Directamente desde el periodismo estoy hablando, no tan solo desde lo social”.

Acerca de la democratización de los medios gracias a las nuevas plataformas, Miguel aclaró: “Cualquier persona puede abrir un blog, una página y publicar, escribir. Obviamente que no tiene la misma llegada que los medios hegemónicos, pero como estamos hablando de teatro, que es una cosa muy artesanal, hay muchos medios, por lo menos acá en Rosario, que empezaron de esa manera y que encontraron su lugar, de a poco, buscando”.

¿Cuáles son las implicancias de hacer periodismo cultural desde las provincias? Gisella reconoció que los circuitos de teatro, al ser más chicos, son también más abarcables: “Soy consciente de que si yo no hubiera estado en Mendoza no hubiera tenido este lugar. Porque en el momento en que tomo el impulso a hacer estas conexiones y a poder navegar entre festivales y a tomar contacto con artistas, elencos y colegas. Es porque el INT quiso invitar en esa fiesta nacional a nuevos y nuevas periodistas de las provincias”.

Todes reconocieron el importante papel de la intervención estatal y, en particular, de instituciones como el Teatro Nacional Cervantes y el INT, para el fomento de una mirada federal sobre el teatro. No obstante, Beatriz afirmó que “la mirada federal es una actitud. Desde las provincias, muchas veces tampoco tenemos esa mirada hacia adentro de nuestras provincias y tampoco hacemos redes con nuestros colegas de otras provincias sino que buscamos la legitimación en Buenos Aires. Lo federal es una construcción y para la cual hay que estar convencida. Si no, estamos siempre dependiendo de la gestión de turno que nos habilita a ser o no federales”.

Con respecto a la actual situación de pandemia que llevó a la actividad teatral de todo al país a una instancia crítica, les periodistas reflexionaron sobre el lugar que ocupan desde su oficio: “Nuestra misión durante y después de la pandemia es contar y contar, volver a proponer, volver a reiterar, decirle a la gente que es importante el convivio, que es importante el encuentro teatral, más allá de lo que se puede hacer online. Mostrar que es importante verse las caras en un mismo espacio”, expresó Fabio.

Beatriz, en relación a su territorio, afirmó: “En estos momentos estoy como al pie del cañón, saben que me llaman y armo nota, arman un curso y les hago una entrevista y hablan de lo que sea, pero también es cierto que en el medio, en el que particularmente trabajo, la agenda es la que marca el sentido de las notas. Hablar con alguien que no sabés cuándo se va a presentar o que no sabes dónde está, periodísticamente es un error. Entonces inventamos notas, permanentemente, que tienen que ver con las escénicas a la espera de la reapertura”.

Como consejo de colega y docente para Barullo federal, Roberto remató con una gran síntesis:“Se trata de hacer quilombo chicos. Escriban, escriban y escriban. Busquen alguien que ustedes sientan que es experimentado para que lea los trabajos pero trabajen. No hay otra. No hay un periodista en un medio cualquiera que les lea el trabajo, que asuma la responsabilidad de presentarlo. No existe, me parece que no existe, por lo tanto: ¡Hagan barullo!”.





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