Entre la provincia, la historia y la dramaturgia
El subdirector del TNC, Jorge Dubatti, estuvo en Bolívar, provincia de Buenos Aires, para la presentación del nuevo libro de Duilio Lanzoni, un destacado teatrista e historiador de esa localidad bonaerense. Una Joven Periodista de esa ciudad pudo entrevistar a ambos sobre la actividad de las artes escénicas a nivel federal.
Por Pilar Pisano
En el marco del festejo de los 40 años de Artecon (un grupo de teatro de la ciudad de Bolívar), se organizó una maratón de teatro desde el martes 11 hasta el sábado 15 de octubre. Este último día de festejo, se presentó en El taller (la sala del grupo Artecon) el nuevo libro de Duilio Lanzoni, director de Artecon. Se trata del segundo libro de la colección Historia en escena: el primero fue De Güemes a Perón y este último se titula De Evita a la Guerra de Malvinas. El evento contó con el acompañamiento de Jorge Dubatti, historiador teatral argentino, con una vasta trayectoria en el mundo artístico e intelectual, y actual subdirector del Teatro Nacional Cervantes.
Dubatti, a través de su proyecto editorial Los libros del espectador, es el encargado de publicar los dos tomos de Lanzoni. En apoyo no solo al autor y a Artecon sino también al teatro provincial, viajó a la localidad de Bolívar a presentar De Evita a la Guerra de Malvinas, acompañado por su esposa Nora Lia Sormani, editora de textos especialmente para niños y al igual que Dubatti, estudiosa del mundo del teatro y la literatura. Más tarde, a las 21.30, se presentaron dos obras de Artecon: el micro monólogo La Oruga, y Verdad, la vaca, una de las obras que Duilio denomina como sus historietas teatrales.
Durante la presentación, se encontraban en el escenario Dubatti, Lanzoni y tres actores que interpretaron fragmentos de las obras que se encuentran en las publicaciones: un fragmento de Los custodios representado por Marisol Inda; un segmento de El fusil de madera llevado a cabo por Chelo Barrio; y finalmente, un fragmento de Los puentes quemados caracterizado por Carolina Castillo. Finalmente, hubo un cierre dado por Lanzoni, donde habló sobre la satisfacción de escribir y ver los resultados: “Escribir siempre fue para mí una forma de vinculación entre lo que pasa adentro y lo que pasa afuera. Pero el teatro ha sido una forma de tener otra herramienta a mano”.
Reunidos, esta es la charla que mantuvimos con Jorge Dubatti y Duilio Lanzoni.
-Jorge, ¿qué fue lo que te llamó la atención y te interesó particularmente de Duilio no solo para publicar sus obras sino también para mostrar apoyo?
-Hay varias cosas. La primera es el tema de la provincia de Buenos Aires, es una provincia que me interesa mucho, porque verdaderamente creo que tiene mucha complejidad y riqueza, no es lo mismo el norte, el sur o la costa marítima. Hay una riqueza que además es cultural y es muy difícil visibilizarla, porque todavía no tenemos unos mecanismos tan preparados para hacerlo; entonces, estoy muy receptivo a toda la información que me llega de la provincia. La otra cosa que me estimulo muchísimo fue mi hijo, Ricardo. Cuando él me dice “mira, encontré la mención de una obra que es en Bolívar que se llama El fusil de madera, yo le digo “salí a tomar contacto con Duilio”. Se ponen en contacto y a partir de ahí empieza, como dijo Duilio, una especie de diálogo mediado también por Ricardo. La otra cosa que me movió es lo histórico. Cuando Duilio nos empezó a mandar los textos nos pusimos de acuerdo en empezar publicando las historias históricas, a mí me fascina todo el cruce entre la verdad de la historia y la verdad del teatro, esa espectralidad que tiene el cuerpo del actor en relación a la invocación de la historia. Y después, la lectura de los textos me fascinó. Me interesa mucho la dramaturgia, mi interés no va solo por el tratamiento de la historia sino que también por la forma de construir las estructuras dramáticas, de crear suspenso, de atrapar la tensión del lector. Además, el elemento tan interesante de la forma breve, porque una de las cosas que tienen los encargos son que tenían que durar máximo 45 minutos, entonces había algo de la necesidad de trabajar con una forma breve, como si trabajaras con un cuento o una nouvelle pero en teatro. Así que el estímulo es múltiple, entre la provincia, la historia, la dramaturgia, las estructuras, la mediación de Ricardo, fueron muchas cosas. Yo estoy muy contento de poder colaborar un poco con esto de que se visibilicen los tesoros de la provincia de Buenos Aires.
-Duilio, ¿cómo fue que una figura como la de Dubatti que tiene mucha importancia en el teatro a nivel nacional de repente se contacte con vos, quiera trabajar con vos, se interese en tus obras?
-Como que te llamen para jugar en Boca. Básicamente una gran alegría. Lo primero fue la sorpresa, cuando Ricardo se comunica conmigo y me pregunta por El fusil de madera, lo primero que dije fue “¿cómo sabes vos de El fusil de madera?”. Porque fue una obra que se hizo en el ‘85, hicimos tres funciones nada más, no está digitalizado el diario La Mañana (diario de Bolívar) de esa época. Estoy casi seguro de que no hay registro. Después Ricardo me comenta algo de que Mauricio Kartun también estuvo, tampoco sé cómo Kartun lo sabe, sospecho que ahí hay una vinculación con una profesora de Tandil que es Liliana Iriondo, que puede haber sido la que arrimó, porque hizo una investigación para un libro de Osvaldo Pellettieri. Pasada esa sorpresa, empieza este diálogo que era por mail, todavía no habíamos intercambiado por Whatsapp y estábamos en pandemia, todo transcurría como más lento, y ahí surge de que les alcanzara los textos. En un momento Ricardo me dice “se van a comunicar con vos con la idea de ver una publicación”. Yo ya en ese momento tenía 57 o 58 años, ya la idea de publicación en teatro era lejana, ni siquiera una cuestión que uno plantea a futuro porque se vende, se publica y se ve poco teatro en general, me parece que mucho menos que otros géneros y bueno, eso, toda una sorpresa y una buena alegría.
-Jorge, ¿pensás que este tipo de proyectos en colaboración con las provincias van de la mano con la gestión del TNC centrada en la federalización del teatro nacional junto a Gladis Contreras?
-Creo que ese es uno de los rasgos más importantes de lo que podría ser la identidad de esta gestión, favorecer los procesos de federalización. Y eso se hace de muchas maneras, atendiendo a que se haga el TNC Produce en el país o atendiendo a la Red Federal de Teatros, o tratando de multiplicar los vínculos e intercambios con las provincias, porque el Cervantes no solo es un edificio en la Ciudad de Buenos Aires en pleno microcentro, sino que es un proyecto político, cultural y social que incluye a todos los territorios del país. A mí, el interés por lo federal me viene de muy lejos. En mi formación como investigador en la Universidad de Buenos Aires tuve algunos maestros que me insistían mucho en este tema. Yo vengo con una sensibilidad especial en ese sentido porque basta con ver el teatro que se hace en las provincias para decir que es una maravilla. Yo creo que la publicación del libro de Duilio tiene que ver con esto, con esta voluntad de pensar el país como un pluralismo, que no hay Argentina si no hay argentinas o teatros nacionales, y no perder la oportunidad cada vez que hay una de publicar, ver, dialogar o de estar en contacto, involucrarse con las provincias.
- ¿Podés contarnos algo sobre tu proyecto editorial Los libros del espectador?
-La Escuela de Espectadores es un proyecto que viene hace muchos años y fue creciendo, son ya 400 alumnos aproximadamente, muy fanáticos de teatro y de lectura del teatro, entonces creamos esta colección y esta editorial que se llama Los libros del espectador un poco por el impulso de la energía de la escuela de espectadores. Nos pasaba que íbamos a ver una obra y los alumnos nos decían “¿tenés el texto? lo queremos leer”, y yo decía “mirá, no está publicado, yo lo tengo pero no te lo puedo pasar por una cuestión de derechos”. Entonces con Nora empezamos a publicar estos Libros del espectador que son libros de un formato amable y que están pensados como literaturas para los amantes del teatro. Por supuesto lo puede leer cualquiera. Si bien en la escuela nunca vimos un espectáculo de Duilio, porque no se dio la oportunidad, nosotros en la escuela insistimos mucho con esto de los teatros argentinos y el teatro de las provincias, que van en sentido contrario porque Buenos Aires no tiene de por sí un interés en las provincias. Si vos le decís “tenés para ver un espectáculo de Jujuy y uno de Francia, el de Jujuy es mejor”, van a ver el de Francia. Hay una cultura europeizante o extranjerizante.
-Duilio, en el proceso de escritura, ¿trabajás pensando cómo va a ser cuando esté en escena, cuando se estrene en Artecon, pensas en algún actor?
-Sí, en general, pero no pienso cómo va a quedar en escena porque del texto escrito al texto espectacular está la mediación del actor y eso te modifica todo. Hay una idea general de puesta, pero después dejo que los cuerpos hablen. Y cuando los cuerpos hablan, vos tenes que reinterpretarlos y volver a jugar y a escribir lo que pusiste en papel. Muchas veces, así como cuando los personajes empiezan a hablar por sí solos -no porque yo los vaya llevando sino porque los imagino en escena y van hablando-, también sucede que cuando los actores empiezan a jugarlos les dan otros colores, matices, formas, corporalidades que no los tenés en el texto y que te cambian totalmente la idea primigenia que tenías cuando lo escribiste.
-Duilio, a lo largo de los 40 años de Artecon y también en estos dos libros, ¿hay alguna de tus producciones o tus textos que no hayas llegado a estrenar o a que salga en escena?
-Sí, hay varias que por distintas causas no hemos llegado a poner en escena. De los dos libros, hay una que es “Chilavert” que por distintas razones no se hizo. De los textos que he hecho si, han quedado unos cuantos en el tintero. En estos 40 años, te diría que el 70 o el 80 por ciento de lo que he escrito, fue en función de lo que se ponía en escena en Artecon.
-¿Va a ver un Historia en escena 3?
-No de historia, lo próximo que viene son los de humor, lo que yo llamo mis historietas teatrales. Son dos grupos: los de Sánchez y Manchini que son tres obras (Los sitiadores, Sánchez esquina Manchini y Esperando a Godoy) y Verdad, la vaca, Crepúsculo de los bueyes y su precedente que es La loba que es un sketch.
Commenti