El director que ama formular preguntas
Por Luana Illuminati, Daniel López y Emilia Illanes
Emilio García Wehbi + Conversaciones
El miércoles 22 de junio, Emilio García Wehbi fue invitado al ciclo Conversaciones del Cervantes online. A través de zoom, en una charla informal y cultural, Jóvenes Periodistas se hizo presente. Su nueva obra Medea meditativa, la relación de la ficción con el público y la importancia del escenario fueron algunos de los tópicos debatidos. Estas dos notas son el resultado de ese encuentro.
El director que ama formular preguntas
Alrededor de las 19, gente de todo el país comenzó a sumarse a la reunión por zoom con Emilio García Wehbi para el ciclo Conversaciones que organiza el Teatro Nacional Cervantes en su canal de Youtube. Puntual, el autor y director prendió su cámara y se hizo visible. Detrás de él, una biblioteca repleta de libros y, colgado en una pared, se leía un cuadro: “Las personas felices tienen historia”.
Juan Pablo Gómez y Leni González, les mediadores del ciclo, dieron comienzo al encuentro, y minutos después del horario estipulado presentaron al director argentino. Wehbi fundó el grupo El periférico de los objetos en el año 1989, enfocado a obras independientes y experimentales como Máquina Hamlet, El hombre de arena y Cámara Gesell, entre otras. Busca romper lo convencional a través de la mezcla de estéticas, del lenguaje y de la acción. Involucra al espectador para converger miradas y opiniones. Y su última obra, Medea meditativa, no fue la excepción.
Estrenada el 9 de junio en la sala Luisa Vehil del TNC, Wehbi tomó inspiración del texto de Pascal Quignard -El origen de la danza- que habla del antiguo mito de Medea. “Elegí ese texto porque justamente la mirada de la lectura postcolonial es interesante en términos políticos -explicó el director-. Me interesaban dos puntos de vista del carácter biológico de lo femenino. Uno político sobre cómo la mujer es la única con la habilidad natural de concebir y capaz de negar esa acción.”
Y al decirlo en voz alta, pidió a les integrantes de la charla que imaginaran una situación: todas las mujeres del mundo poniéndose de acuerdo para anular la gestación. Mujeres capaces de congelar el avance de la sociedad al no permitir el nacimiento de más gente. Este asunto fue tratado también por Quignard en su interpretación de Medea, quien tiene el poder de crear, pero también destruir lo que crea y volverlo a reconstruir, cualidades de las que carecen los hombres.
La obra también trata un punto de vista ético y moral ante el hecho de que Medea asesina a sus dos hijos en un acto de venganza. Wehbi considera que este es el nudo de la historia, el cual no se puede destrabar al plantear el cuestionamiento de si dicha acción estuvo bien o mal: “Es una pregunta que no puedo responder. Y creo que nadie podría responder de forma rápida. Por eso la obra se sigue haciendo y continúa generando una enorme interrogante”.
El objetivo principal de Medea meditativa es desentrañar aquella pregunta de muchas maneras, pero sin llegar a responderse. Wehbi cree que la finalidad del teatro, así como la de cualquier arte, no es acercar respuestas sino compartir preguntas al espectador.
Si bien en el ciclo Conversaciones hubo mediadores como Gómez y González que equilibraron la jornada y la entrevista, pasados 40 minutos del inicio les participantes pudieron hacerle preguntas a Wehbi por el chat para interactuar entre todes. Es así que, cuando le consultaron por el origen de Medea meditativa, Wehbi comentó: “De la palabra Medea nacen tres vocablos, que son mediodía, medicina y meditar. Al mismo tiempo, es reflexión, pensamiento. Los textos de Medea son una reflexión sobre una acción premeditada”, concluyó.
Los espacios donde transcurren las obras de teatro tienen un gran peso para el director. De hecho, Wehbi contó que elementos como la arquitectura y tamaño de la sala influyeron en el desarrollo de su proyecto. Debió hacer cambios a la obra e integró nuevas ideas. También modificó partes del lugar con las esculturas de su escenógrafa Nicola Constantino. Quería involucrar al escenario en su historia.
“Parte del trabajo de director, tal como lo entiendo, es asumir las condiciones específicas de la arquitectura de un espacio y cuáles son sus condicionantes. Pero esos condicionantes no son limitantes sino que son potencia para una narrativa”, explicó.
Una tarea importante en su labor es entender qué es lo que se pregunta desde un principio, qué se propone trabajar en un espacio y no dar por sentado que el teatro es una caja negra. Busca entender la sala y entablar diálogo con esta para que pueda ofrecerle nuevos conceptos que aprovecha en su trabajo. “Sea cual sea, cada teatro tiene una arquitectura especial y tiene una propuesta que tenemos que indagar”, manifestó.
También indagó en los tipos de espectadores de sus diferentes obras: “Lo interesante es cuando se superponen dos tipos de públicos, el más tradicional y uno nuevo, con un perfil menos classic”. Pero lo fundamental es hacerse cargo de esa premisa y ser consciente: el objetivo es interpelar a ambos sin perder sus intereses estéticos.
Sin embargo, otro punto importante a la hora de hacer una obra es saber transmitirle al público qué está viendo: teatro, una representación, para Wehbi: “El concepto de ficción es fundamental. Cuanto más le mostrás al público que lo que hacés es una ficción, más real es la relación con el aquí y ahora”, justificó el director. Además, entiende al teatro como un acto de presencialidad tanto del actor como del espectador. No cree que se deba esconder a la audiencia ni pretender que lo que se le muestra es real como se suele hacer en las obras convencionales. En su lugar, prefiere jugar con las expectativas y desde el principio anunciar su trabajo como ficticio. Esto involucra a quienes lo ven, los invita a jugar y asumir una responsabilidad pues están en la libertad de estar o no ahí.
Casi al llegar al final del encuentro, se refirió a la canción y el video que cierra Medea meditativa dedicada a Gabo Ferro, cantante y compositor argentino. Fue amigo de Wehbi por muchos años hasta su fallecimiento en 2020. “La canción es la historia de vida de Gabo. Él era parte del elenco, le había pedido si podía preparar esta canción de Caetano (Veloso) porque habla de la naturaleza”, explicó.
Pero Ferro no está solo presente allí, sino que la obra entera está dedicada en su memoria. Y Wehbi lo tiene presente en cada espectáculo.
Medea meditativa se presenta de jueves a domingos, a las 18, en la sala Luisa Vehil, hasta el domingo 24 de julio. Entradas disponibles en Alternativa Teatral o en la boletería del TNC de miércoles a domingos de 10 a 21, por 600 pesos.
Comments