El desafío de llevar el Teatro Nacional a cada rincón del país

Gladis Contreras, la directora, y Jorge Dubatti, el subdirector, son las autoridades del Teatro Nacional Cervantes desde que asumieron en 2021. En esta nota, hablan de lo que viene, la nueva programación para 2023 y 2024, los logros conseguidos y las metas que se proponen cumplir.

Por Milagros Molina y Daniel Lopez

Ella destaca la importancia que tuvo el arte durante la pandemia para acompañar a la gente y que “en estos momentos complejos, de muchas necesidades y carencias, necesitamos el teatro”. Subraya el hecho de que el Cervantes brinde espectáculos a un precio popular o incluso gratis. Considera fundamental que la gente pueda acceder al teatro porque “cuando una persona va al teatro sale modificada”.

Durante aproximadamente los últimos diez años trabajó en la administración pública de Santa Fe, la provincia donde nació. Hoy debe tomar decisiones de una manera más autónoma que en ese entonces. Porque ahora es la directora del único teatro nacional de la Argentina.

Él se plantea a sí mismo como un investigador participativo, un sujeto de la investigación artística que “no tiene empacho en poner las patas en el barro”. Su experiencia tiene que ver principalmente con la docencia, el periodismo y la edición pero también con la gestión: trabajó en el Centro Cultural de la Cooperación por más de veinte años. Es el fundador, en 2001, de la Escuela de Espectadores. Le interesa la gestión como una forma de producir pensamiento desde la praxis, lo cual recomienda porque sostiene que no es lo mismo ver los acontecimientos a distancia que estar adentro.

Gladis Contreras y Jorge Dubatti están convencidos de que el arte salva y ambos tienen la federalización del teatro como brújula en su mandato como directora y vicedirector del Teatro Nacional Cervantes desde 2021.

-¿Qué programación se viene para el año 2023?

Gladis Contreras: Cuando entramos con Jorge nos encontramos con mucha programación de la gestión anterior que no se había podido llevar a cabo y tomamos la decisión de cumplir todo lo que se prometió. Las obras que se están viendo, que se vieron y que se van a ver no las programamos nosotros, sino que ya estaban programadas y todavía nos queda hasta la mitad del año próximo. La primera mitad de 2023 se verá La gesta heroica, la obra de Ricardo Bartis que no pudo estrenarse por la pandemia en 2020. Pero abrimos la convocatoria a espectáculos de Ciudad de Buenos Aires y Gran Buenos Aires para conformar la programación de fines de 2023 y 2024.

Esta nueva convocatoria no habla solamente de teatro sino de artes escénicas. Nos interesa que se presenten espectáculos de danza, circo e infantiles. Para eso tenemos un grupo de curadores que van a seleccionar tanto para la sala mayor como para las dos salas de arriba. Nuestra idea siempre es abrir las puertas. Otra cosa que nos interesa mucho y que lo hemos puesto no como excluyente, pero sí que nos parece importante de destacar, es que haya autores argentinos. Porque este es el teatro nacional, queremos priorizar a autores y autoras argentinos. También queremos profundizar en todo lo que es federal. Seguir insistiendo no solo con el programa Produce en el país, sino que estamos impulsando la Red Federal de Teatros que es, justamente, para la federalización del Cervantes en las provincias.

-¿Cuál es el papel que ocupa el teatro nacional en otras provincias? ¿Tienen pensado que las obras hagan giras?

Contreras: Para nosotros es muy importante que el Cervantes pueda estar presente de alguna manera en las provincias, por eso con Jorge pensamos mucho la Red Federal del Teatro que estamos lanzando junto con el ministerio de Cultura. Estamos pidiéndoles a todas las salas oficiales que se registren y puedan pedir subsidios para infraestructura o equipamiento porque la idea es que la segunda etapa sea la circulación de los espectáculos; por eso queremos mejorar estas salas. Por otro lado, ya cerró la convocatoria del TNC Produce. Nos parece un programa muy virtuoso que hace que en cada provincia se monte un espectáculo con elenco local, pero con la producción del Cervantes. Eso produce un derrame cultural y económico en cada lugar, que es muy importante. Queremos que para el año que viene los espectáculos sean de fácil armado para que puedan salir de gira. Nos parece muy importante que las obras, una vez montadas, puedan circular todo lo que puedan porque, sí, queremos volver a hacer giras.

-¿Creen que hay un trabajo que puede darse mano a mano entre el teatro y un servicio de streaming?

Jorge Dubatti: El Teatro Nacional Cervantes fue realmente sorprendente en su reflejo de respuesta a la pandemia. A los pocos días de que se decretó el ASPO en marzo de 2020, ya estaba habilitando su canal en YouTube. Creo que el canal del Cervantes Online fue un gran aporte que surgió frente a la necesidad, pero que llegó para quedarse. Una gran herramienta de federalización. Muchísima gente que no vive en CABA agradeció enormemente esta posibilidad de tener contacto con el Cervantes a través de grabaciones y el contenido pedagógico para la tarea que se hace con las escuelas. Pero también creo que el teatro no puede trabajar solamente para el vínculo tecnovivial, sino que tienen que también trabajar para los convivios. Por eso es tan importante el estreno en los territorios, que las producciones estén descentralizadas. El sociólogo inglés Roland Robertson dice que a mayor globalización, mayor localización; que se genera un equilibrio de tensiones entre lo global y lo local. De la misma manera, podríamos decir que a mayor oferta tecnovivial, mayor reclamo de oferta convivial, sobre todo para los teatros. Tenemos que lograr un equilibrio y por supuesto darle prioridad en los territorios nacionales a la presencia del convivio.

-¿Hay políticas de género en marcha en el teatro?

Contreras: Queremos intentar que esto se dé naturalmente, que las directoras, que las autoras tengan su voz. No queremos forzar y decir que si hubo un director hombre, la próxima obra tiene que ser dirigida por una mujer para equiparar: esto no es una ley de cupos, sino que queremos que se vaya naturalizando, que haya lugar para todo el mundo. Tenemos también un grupo contra la violencia laboral que está integrado por gente que trabaja acá y que queremos que siga trabajando en la igualdad.

Dubatti: Es importante que en la historia del teatro, manejado muchos años por hombres, en esta gestión la directora sea una mujer, y además de provincia. Es bueno que una gran productora con muchísima experiencia en dirección de instituciones esté al frente del Teatro Nacional Cervantes. Gladis es la tercera directora en la historia del Cervantes.

-En cuanto a todo lo referente a accesibilidad (por ejemplo, las visitas táctiles), ¿se van a seguir haciendo este tipo de producciones para públicos más determinados?

Contreras: Si, por supuesto que sí. El Teatro Nacional Cervantes es pionero en este tipo de trabajos que el área de Gestión de públicos llevan adelante con mucho esmero y conocimiento. Es muy valioso y se va a seguir haciendo. Iremos viendo cada temporada todo lo que se pueda mejorar para que esto sirva. Ahora que convocamos gente para la red federal, entre las capacitaciones que da el Cervantes está la de accesibilidad porque es importante que en las provincias puedan empezar a implementar estas cosas.

Dubatti: Es muy importante recuperar la idea de las y los espectadores como sujetos complejos con derechos, como agentes fundamentales del campo artístico y ciudadanos. En ese sentido la tarea que viene desarrollando Gestión de públicos en todos sus programas es muy virtuosa y engancha con este movimiento mundial que es reivindicar y autoreivindicar a las y los espectadores como una energía fundamental del campo artístico.

-¿Consideran que hubo un cambio en el teatro durante su gestión?

Dubatti: Lo que nos proponemos con Gladis es un giro federal. El Cervantes es un teatro nacional, por lo tanto es un teatro para todos los territorios de la Argentina. Me parece que en el país tenemos una riqueza teatral muy grande y quién se tiene que hacer cargo de esto sino un teatro nacional como el Cervantes. Por eso la creación de la Red Federal de Teatros. Yo estoy orgullosísimo, y me imagino que Gladis también, de haber creado esta red. Por supuesto, se va a ir aceitando como herramienta sobre la marcha, pero si alguien me pregunta qué hice en el Cervantes, con orgullo y una sonrisa de oreja a oreja diría “aumentar los procesos de federalización y crear la Red Federal de Teatros”: así que creo que la federalización es un rasgo de esta gestión.

-El Teatro Cervantes, al igual que el Teatro Colón, hace su escenografía ¿Existe la posibilidad de abrir en un futuro un espacio como el Colon Fábrica donde se muestre la escenografía que se realiza para las obras?

Contreras: Durante mucho tiempo hubo visitas guiadas donde se mostraban esas cosas. Después, con la pandemia, todo esto se tuvo que suspender. Pero la idea es volverlo a hacer y mostrar la trastienda, la parte de atrás del teatro, para ver y entender cómo se hace.

Dubatti: Realmente tenemos en el Cervantes los mejores equipos de trabajadores, es un placer estar en contacto con ellos. La nueva área que creamos de Producción de trabajo tiene que ver con eso, con aprovechar lo que saben estos trabajadores y trabajadoras en sus diferentes oficios y especializaciones. Lo que atiende el área de Trabajo federal y producción de conocimiento son los artistas como productores de conocimiento. Si pensamos que el siglo XXI va a ser el siglo del conocimiento, tenemos que valorar a las y los trabajadores artísticos como productores de conocimiento. Esto se expresa fundamentalmente de dos maneras: una, en entrevistas donde predomina la oralidad. Por ejemplo, en la entrevista con Eugenio Barba, donde explica cómo produce conocimiento a partir de su trabajo. Y dos, lo que llamaríamos las capacitaciones. Por ejemplo, nuestro director de Técnica Patricio Sarmiento va a viajar a un camping teatral en La Pampa para dar un taller de cuestiones vinculadas a escenografía. La idea es reivindicar el sujeto artista como productor de conocimiento, no solo a los actores y directores sino a todo agente vinculado al campo artístico. Creo que esto es un movimiento mundial. Por un lado, la reivindicación y autoreivindicación de los espectadores; por el otro, la reivindicación y autoreivindicación de las y los artistas como productores de conocimiento.