Cynthia Edul, encargada de la Coordinación Artística del TNA-TC produce en el país, cuenta cómo es la tarea de recorrer la Argentina trabajando e investigando codo a codo junto a los artistas.
Por Lola Winer y Emiliana di Pasquo
Una mujer multifacética. Es dramaturga, narradora y licenciada en Letras por la UBA. Egresada a su vez de la carrera de Dramaturgia de la EMAD, en 2006, recibió el Premio Primera Obra otorgado por Argentores por Miami. También es autora de las obras Familia Bonsai, La excursión y A dónde van los corazones rotos. Ha desarrollado una importante carrera docente en el área de literatura y dramaturgia en destacadas instituciones. Junto a Alejandro Tantanian, en 2009, creó la plataforma de dramaturgia contemporánea Panorama Sur, como una de las gestoras y curadoras del proyecto y su directora académica. A su vez dirige la extensión de Panorama Sur en Bolivia junto al Goethe-Institut. En 2016 y 2017 dirigió el Centro de Experimentación Contemporánea del Teatro Argentino de La Plata (TACEC) en el que creó trabajos interdisciplinarios en Teatro, Danza, Música, Ópera Contemporánea y Performance. Y Tantanian la eligió para que lo acompañe en la gestión del programa “TNA - TC produce en el país”.
¿En qué se diferencia el anterior “Plan Federal de Coproducciones” con el nuevo programa, “TNA - TC produce en el país”?
El “Plan Federal de Coproducciones” del Teatro Cervantes difiere en algunos puntos centrales del “TNA - TC produce en el país”. El plan federal consensuaba una obra con los diferentes agentes provinciales o municipales y una vez elegida la obra, el Teatro Cervantes enviaba a la provincia un director escénico y su equipo creativo que durante dos meses se instalaban en el lugar para montar el espectáculo. El “TNA- TC produce en el país” llama a una convocatoria abierta para artistas de todo el país, el teatro selecciona proyectos germinales y los produce integralmente, desde la financiación, los recursos humanos y la coordinación artística, del mismo modo que lo hace en su sede central, pero con los artistas de las provincias, estimulando así la producción, la investigación y la experimentación escénica en diferentes puntos del país. El “TNA-TC produce en el país” trabaja como el plan federal con distintos organismos e instituciones provinciales, pero el programa apoya el desarrollo de artistas locales que ya vienen produciendo en diferentes ciudades y que de este modo se integran al repertorio del TNA - TC.
¿Cómo es el seguimiento que se realiza a las producciones locales? ¿Cuál sería específicamente tu rol en esa actividad?
El Teatro hace un seguimiento curatorial de los proyectos. Es decir, el teatro tiene una mirada sobre todos los espectáculos que produce. Es una visión muy rigurosa, que no deja ningún detalle al azar y también se ocupa mucho de la calidad estética. Se intenta que cada uno de los espectáculos logre alcanzar el potencial que se propone. El objetivo es darle las herramientas, a cada provincia, para que esto suceda. Ese es mi rol. Además de la coordinación federal de producción, pero también mi función es la supervisión artística.
¿Cómo es el proceso de selección y tu acompañamiento en el mismo?
Es una convocatoria abierta de la que quedan seleccionadas 3 o 4 obras. Son proyectos muy embrionarios. Después se les pide a los directores que los amplíen y desde ahí empieza el diálogo con la supervisión artística. A partir de ese momento los empiezo a acompañar. Los directores tienen que presentar un anteproyecto y se conversa sobre la propuesta lumínica, espacial, escenográfica, y dramatúrgica. Luego se hace un seguimiento de ensayos hasta llegar al estreno. Es muy minucioso el trabajo. También está el tema de elegir en qué teatro va a estar la obra, hacer determinados acuerdos con las municipalidades o con las intendencias. Se trabaja muy de la mano con las gestiones de cada comunidad.
¿Qué tipo de teatro hay en las provincias? ¿Cuál es la diferencia con las producciones de CABA?
La Capital tiende a mirarse mucho el ombligo, a sí misma. El enriquecimiento con las provincias y el intercambio que se genera es muy importante. Es muy nutritivo, es una retroalimentación. En general lo que es muy fuerte en las provincias es el teatro arte, que es el teatro independiente pensado como un espacio para pensar lenguajes. Ser independiente o del off en la Argentina no es un modo de producción, es un modo de pensar el teatro. Y eso está muy extendido en el país, es una de las tradiciones más fuertes dentro del teatro nacional. Después particularmente cada director seleccionado este año tiene una visión y una voz muy singular dentro de su propia comunidad teatral. Eso también los vuelve muy especiales dentro de sus provincias.
¿Qué obras están en proceso este año?
En este momento estamos produciendo tres obras; en Mendoza, Córdoba y Catamarca. En Mendoza, el director elegido es Manuel García Migani, que es una voz muy singular, experimental y joven. Está muy vinculado al teatro de Buenos Aires porque Manuel estudió e hizo varias cosas acá. Sus obras son muy ligadas al laboratorio de experimentación.
En Catamarca, es un director que además es un reconocido profesor en la escuela de teatro de esa provincia, que es Alberto Moreno. Tiene trayectoria en teatro documental, que es una especie de biodrama o drama documental. También tiene un carácter experimental, no tiene rasgos de lo convencional o lo conocido en Buenos Aires.
Y por último David Piccotto, de Córdoba. Un director fuertemente popular. Está trabajando con los dramas satíricos, que en Grecia iban en el medio de las tragedias, pero desaparecieron casi todos. Tenían momentos de distracción cómica, relacionada con el clown. Piccotto tiene un gran trabajo con payasos. Por ejemplo, dirigió Las tres hermanas, de Chejov pensada en esa línea: clown. En este caso, está dirigiendo un drama satírico repensado en el hoy mediante los payasos. Tiene esa cuestión experimental, repensar dramas satíricos en el presente. Esta obra, por ejemplo, se va a hacer en el Teatro Griego de Córdoba, que es un teatro al aire libre con capacidad para 3 mil personas. Va a ser un movimiento bastante masivo. Ese es el gran desafío y al mismo tiempo, la singularidad del espectáculo.
¿Qué mirada tenés del conjunto de directores en el programa?
Son tres directores con improntas muy distintas, tres voces diferentes y en algún punto, únicas. La idea es presentar eso en el programa del “TNA - TC produce en el país”. Es una línea de gestión, de curaduría y de producción. Una forma de pensar cómo el Cervantes puede producir por fuera del teatro. La idea es que no sean obras sueltas sino que se pueda entender el relato de lo que está detrás.
Sabemos que sos una de las gestoras de Panorama Sur (plataforma de dramaturgia contemporánea). ¿Está en funcionamiento durante este año?
No. El año que viene recién. Panorama Sur es un proyecto muy grande que implica mucho trabajo con el extranjero. Necesitamos una cantidad de fondos que estamos gestionando de acá a dos años. La posibilidad de pensar un proyecto así con fondos internacionales lleva un tiempo de armado. En algún momento vamos a poder volver a la edición anual. Por otro lado, estamos con otro proyecto que es regional. De Panorama Sur nacieron dos propuestas, una es Movimiento Sur, en Santiago de Chile y Valparaíso, que está más vinculado a la danza, y otro es Experimenta Sur, en Bogotá. Los proyectos se están uniendo para armar un proyecto regional, que estén ligados en fechas y circulación de artistas. Tenemos que reorganizar una agenda para que Panorama siga en movimiento. En 2019, la edición va a ser muy fuerte.
¿Qué pensas de la nueva generación de dramaturgos?
En mi caso, que también soy profesora, acompaño mucho los proyectos de los nuevos dramaturgos. En principio, como ética personal, tengo una mirada muy positiva. Veo muchos jóvenes dramaturgos con un gran potencial. Por ejemplo, en la obra En lo alto para siempre, hay dos chicas jóvenes que hicieron un gran trabajo.
