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Dirigir como una mujer

Actualizado: 16 nov 2018

Qué opinan las mujeres directoras del TNA - TC sobre la desigualdad de géneros

Por Elis Victoria Rizzo






Acceso a puestos jerárquicos o la dificultad de ser mujer


Es difícil ignorar el auge que alcanzó la lucha feminista de nuestro país en tan pocos años. El crecimiento del movimiento impacta. Los pañuelos verdes secan el sudor nervioso del patriarcado que poco a poco se debilita cada vez más. Sin embargo, la desigualdad de géneros para acceder a cargos laborales de mayor jerarquía sigue estando presente. A la hora de subir escalones, las mujeres seguimos golpeándonos la cabeza con el famoso techo de cristal.

Según el Cippec (Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento), a partir del decreto 174/2018, del total de 99 secretarías que se eliminaron como parte de la reducción estatal, 24 se encontraban a cargo de mujeres, lo que significó la caída de casi un 50% de las mujeres designadas como autoridades superiores. https://www.cippec.org/textual/la-racionalizacion-del-estado-mayor-jerarquia-politica-y-vinculo-con-la-alta-direccion-publica/ .

“Es menester que el Estado oficie de arquetipo de inclusión de género (…). Si dejamos rezagado a un sector que representa a más de la mitad de la población y sin la posibilidad de ascenso real en el mercado laboral, desperdiciamos un enorme potencial que incide negativamente en el crecimiento económico del país”, afirmó la analista del Programa de Gestión Pública del Cippec, Agustina Valsangiacomo para página 12.

En otro informe realizado por el Instituto Nacional de las Mujeres del Ministerio de Desarrollo Social en el 2017, el 31,2 % de los cargos de dirección son ocupados por mujeres mientras que al 68,8% lo ocupan varones. Este dato no es menor si se considera la brecha existente entre la formación profesional y su correlato con el mundo laboral ya que lo interesante es que entre las mujeres ocupadas el 45,6% alcanzó el nivel universitario en oposición al 29,8% de la ocupación de varones con el mismo nivel educativo. Es decir, que si bien las mujeres poseen mayor formación, son la minoría a la hora de ocupar puestos de poder. https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/informe-mujeres-mercado-trabajo.pdf.

Ahora bien, debido a la evidente desigualdad en la distribución de cargos en diversos ámbitos, ¿sería necesaria la introducción de leyes para la regulación de los cupos y paridad de géneros? Pese a que la Argentina fue el primer país del mundo en implementar la Ley de cuotas en los ‘90, donde se establecía un 30% de candidatas en las listas electorales, la falta de representación y la dificultad de acceso a cargos con mayor jerarquía para mujeres y trans es un pilar de la cultura patriarcal. No es trabajo fácil reformatear el chip con el cual fuimos programadxs, pero dejar el crecimiento profesional de todxs aquellxs que no se identifican como varones cis a la deriva de la buena voluntad de unxs pocxs, es el primer punto a deconstruir.


Cargos políticos, administración pública, sectores privados… ¿y cultura?

El embudo jerárquico de la disparidad de género no es un tema exclusivo de ningún ámbito específico. A diferencia de lo que podría aparentar, muchos medios culturales se manejan con la misma lógica patriarcal. Sin embargo, las demandas por paridad avanzan cada vez más y en el mundo teatral también les llegó la hora de su debut.

En el 2017, a partir de un relevamiento hecho sobre la plantilla del Complejo Teatral de Buenos Aires (CTBA), la diputada y presidenta de la comisión de la Mujer, Infancia, Adolescencia y Juventud, Andrea Conde, presentó el proyecto titulado “ley de paridad teatral”, que apunta a garantizar la igualdad de oportunidades para todxs los géneros en distintas áreas de trabajo del CTBA.

Apenas el 36 % de las contrataciones artísticas teatrales se dirigieron a mujeres y no hubo lugar para personas trans o no binarias. En el caso de la iluminación, el porcentaje fue abrumador: el 80 % de las obras presentadas en el CTBA en 2017 fue iluminada por varones”, explicó Conde para página 12. Las estadísticas del reclamo, si bien se basan solamente en los teatros que componen el CTBA, son la expresión de una realidad desigual que no se puede negar. Desde roles de planta hasta dramaturgia, la iniciativa propone asegurar lo que muchxs parecen no quieren ver: la necesidad de igualdad de oportunidades y condiciones para todxs los géneros.

“Desde siempre escucho argumentos tales como que a los lugares hay que llegar por capacidad: salvo que nos consideren menos capaces la única razón que encuentro para entender la baja presencia de mujeres ocupando puestos de trabajo es la injusticia”, dijo la actriz, directora y dramaturga Mariela Asensio para el mismo diario. Mariela, así como muchas otras actrices reconocidas, como Cecilia Roth, Cristina Banegas y Anabel Cherubito, movimientos artísticos y frentes culturales apoyan esta iniciativa, la cual aún da pelea en la Legislatura porteña.


El TNA - TC no se queda atrás

No solo los teatros que componen el CTBA son evaluados según la escala “de buena voluntad”, que es la culpable por la disparidad en los puestos laborales. Si bien el TNA - TC no forma parte de las estadísticas sobre las que se basa el proyecto de paridad teatral, sus casi cuatrocientos empleados y su posición como el único teatro nacional del país, son indicadores interesantes para reflexionar sobre los roles de sus trabajadoras.

“Pienso que es muy significativo que de las tres direcciones más importantes del TNA - TC dos estén manejadas por mujeres y una por un hombre. Todos sabemos que en el Estado asumir cargos de dirección no es tan fácil para una mujer. El TNA - TC es muy plural, siempre lo fue. Somos muchas las mujeres que actualmente trabajamos acá. Creo que es una amplitud de géneros que se está dando naturalmente y no como una cuestión forzada”, comenta Silvina Rodríguez, directora del área de producción del teatro. Analía Figueroa, jefa de comunicación y prensa, sostiene una postura similar con respecto a la paridad actual del TNA - TC: “Tenemos y vamos a tener en la programación muchas mujeres protagonizando y dirigiendo obras”. Sin embargo, al tocar el tema del proyecto de ley agrega “que haya mujeres no significa que haya una mirada con perspectiva de género. No se puede confiar en la buena voluntad de unos pocos, si no nada pasa. Yo ya no puedo ver una mesa con personas hablando en la cual no haya una mujer como mínimo. Una ley que se ocupe de los cupos permitiría regular los puestos de trabajo, me parece interesante como primera instancia para que un día la paridad, no solo de mujeres sino de trans, se torne un hecho natural.

Son muchxs lxs que cuestionan el porqué de la implementación de leyes para garantizar la paridad. En varios casos, al evocar el discurso meritocrático, se ignoran los palos que la cultura patriarcal pone en las ruedas de las mujeres, trans y géneros no binarios para avanzar. Es importante recordar que para que exista una verdadera equidad sería necesario que todxs comenzaran con el mismo nivel de oportunidades, situación idónea que como hoy está lejos de ser realidad, la implementación de una ley podría ayudar a alcanzar. Oria Puppo, asesora artística y general del TNA - TC opina sobre la ley: “quizás sea una herramienta que en un proceso intermedio pueda generar un cambio, pero habría que ver cómo se implementaría. Creo que puede ser positivo dependiendo de cómo esté usada”.

La directora del área administrativa, Ana Belaustegui, cuenta una experiencia vivida en el Teatro: “Hay un creencia de que en los espacios artísticos las personas son más abiertas y que por eso hay una mayor aceptación. Cuando estás adentro trabajando te das cuenta de que hay muchos prejuicios. En otra gestión y al poco tiempo de haber entrado acá, me pidieron que sacara a una chica que estaba en la boletería porque tenía un look muy particular. Yo no lo podía creer, porque para mí hacía arte con su cuerpo. Me costaba entender cómo en un ambiente artístico no la aceptaban. Me llamó mucho la atención. No necesariamente por hacer arte estás en el borde. Esas son etiquetas que están alejadas de la realidad”. No es difícil percibir que la disparidad no se produce únicamente por la identidad de género sino por las personalidades que no se ajustan a la norma vigente de aquellos que se presentan a los cargos.

Múltiples pueden ser las anécdotas que viven las personas que acceden a cargos “reservados” para varones cis y ante los obstáculos que coloca el machismo, Oria Puppo cuenta cómo para ella es mejor encarar de frente y avanzando: “el machismo nunca fue un impedimento para mí porque creo que es una cuestión de personalidad, no porque no lo haya vivido o porque no exista, sino por cómo lo tomé y cómo lo usé. Me gusta pensar que cuando alguien te quiere poner en un lugar vos lo podes usar para ponerte en otro. Yo no me registro diferente, nunca lo hice. Mis padres son arquitectos y trabajaban los dos muy a la par, yo me crié con eso. Seguramente he perdido muchas cosas en competencia con un hombre, pero como tenía otras yo seguía… a mí no me importaba... Lo que me diferencia es mi trabajo por lo que es; todos los que me llaman lo hacen por esa razón y no porque tenga pantalón o pollera. Si es un desubicado va a terminar respetándote igual. Cuanto más vos registres ese lugar donde te coloca el otro, menos lo podes ubicar a él, porque tenés la energía puesta en eso.”

Ninguna de estas mujeres ignora el espacio que la lucha feminista conquistó en los últimos años ya que resaltan el papel trascendental que ocupan las generaciones más jóvenes en la agenda de lucha. “A mí me tuvieron que explicar muchas cosas que antes tal vez me parecían exageradas, pero hoy entiendo que son necesarias. La explicación de mi secretaria que en ese entonces tenía 23 años, me ayudó a entender mucho el movimiento que se está viviendo. Yo necesité que alguien que lo sentía realmente me transmitiera su importancia. Creo que es muy esencial que haya gente tan joven, cada vez más formada y con muchos argumentos”, comenta Ana Beláustegui con una sonrisa de orgullo. Por su parte, Silvina Rodríguez resalta el camino de lucha que otras comenzaron a abrir desde hace algunos años: “Creo que mi generación ya había ganado otras herramientas para enfrentar dificultades. Hubo un proceso para que las mujeres seamos lo que somos hoy en día.” Y Analía Figueroa, sobre esto mismo explica: “Las nuevas generaciones tienen más en claro la importancia de decir las cosas, denunciar que el micromachismo es machismo sin eufemismos y que en muchos casos parte de las mismas mujeres.”

El encuentro y la conversación con estas personalidades femeninas permite hacer una reflexión acerca de la importancia de visibilizar las barreras con las que se enfrentan las mujeres para alcanzar puestos de poder. La importancia de que las mujeres en este caso, pero también trans y géneros no binarios, lleguen a ocupar cargos jerárquicos de dirección, es resultado de la lucha feminista que desde hace años se hace escuchar.

Todas ellas demuestran haber transitado una trayectoria con esfuerzo y garra. Todas desempeñan sus cargos de dirección con un toque femenino que transmite mucha fuerza, porque aunque no lo digan por pudor o humildad, ellas saben que son las mejores.


Ellas dicen





Analía Díaz Figueroa-Jefa de comunicación y prensa desde 2017.

“El teatro está vivo, es puro presente y movimiento. Desde el área ayudamos a crear la estética visual, los carteles de la calle, los programas de mano, manejamos las redes y las fotos. Somos la comunicación y la vinculación entre el realizador de las obras y la prensa. Tratamos de hacer algo diferencial, ya que hay un cambio de paradigma total con respecto a la comunicación.

“Fui la única persona que se presentó para el puesto que no venía del teatro, pero hace muchos años que trabajo con la cultura y me tiré de cabeza con la propuesta de ampliar la comunicación. Para mí, fue un desafío el infantil El hombre que perdió su sombra y lo tomé como algo personal. Empecé a trabajar la divulgación de la obra hasta que llegara al grupo de whatsapp de las ‘mamis’. Encaramos la comunicación desde un lado diferente por medio de difusores que invitábamos porque apostamos a que podían mover la obra y llevarla a distintos ámbitos. Pasó lo que yo quería que pasara y eso ya me deja muy contenta: la obra fue un éxito.”




Ana Belaustegui-

Directora de administración desde 2009.

“Somos el área de apoyo del teatro. Creamos el esquema de diseño de presupuesto para ayudar a ejecutar la programación artística. En el TNA - TC se trabaja con tiempos más acotados y la presión es mayor que en otro tipo de administración pública. Trabajé muchos años en la administración pública de La Pampa, la provincia donde nací, y el tipo de normativa que se emplea en ese sector no sirve para un teatro. No hay una libertad de usar el presupuesto en el momento y de la forma que querés, pese a que somos una institución autárquica. Nosotros tenemos áreas que fabrican todo lo que se usa en las obras y los tiempos administrativos no se condicen con los tiempos artísticos. Creo que es importante el equilibrio entre el arte y la burocracia. Hay cosas muy chiquitas que son necesarias coordinar. Por eso siempre digo que las mejores obras están en los pasillos: se ven muchas peleas pasionales por ahí.”





Oria Puppo -

Escenógrafa, vestuarista y, desde 2017, asesora general y artística.

“Mi primera asistencia a un espectáculo la hice a los 17 años. Me formé haciendo tres años de Arquitectura porque en ese momento no existía ninguna universidad privada que tuviese la carrera de Escenografía y durante la dictadura la habían cerrado en las universidades publicas. También estudié dibujo con Juan Dofo. Básicamente, me inventé la carrera yo.

“Sería genial que los teatros públicos tuvieran más lugar y presupuesto para que se puedan ampliar las posibilidades de producción. Poder ampliar al teatro público y así financiar más obras y dar mayores oportunidades de creación. Producir muchas obras es brindar la posibilidad de ganar experiencia y crecimiento creativo a los artistas. Desde el TNA - TC tratamos, es a lo que apuntamos, con una cierta línea curatorial como la que tiene la programación. Me siento y siempre me sentí como una hormiga. Creo muchísimo en el trabajo en equipo y en que dos son más que uno y tres son más que dos.”





Trabaja en el TNA - TC hace trece años en el área de producción y es directora el área desde 2017.

“Es la primera vez que una mujer asume el rol de dirección de esta área y eso es muy significativo. Es el riñón del teatro, por donde pasa todo. A nosotros nos llega el material desde la dirección artística y trabajamos a partir de eso. Todo lo encaramos como un trabajo en equipo. La obra empieza acá y, en alguna medida, termina también acá.

“Hubo un ciclo en la anterior gestión para el que propuse convocar exclusivamente a directoras para dirigir las obras. Ese fue un puntapié interesante en la inclusión de mujeres dentro de la programación. Igualmente, la gestión actual trae un aire de renovación al teatro, sobre todo en la programación. Por eso vemos mujeres dirigiendo. El primer proyecto del año que viene, por ejemplo, lo dirigen dos mujeres.”




Luz Blanco -

Co- directora del TNA-TC desde 2017

“Me encargo del soporte administrativo, mientras que Alejandro Tantanian se dedica a todo lo referente a lo artístico. Dividimos la dirección para mejorar nuestro funcionamiento interno y tener más organización. Trabajé por años como gerente administrativa financiera en una empresa textil, por lo que estoy acostumbrada a manejar una empresa. Pero, lógico, no es lo mismo que el trabajo público que tiene su propio idioma. Son urgencias diferentes que se aprenden sobre la marcha y es un gran aprendizaje para mí, aunque a veces sea a los golpes. Cuando ves las obras es gratificante porque vas reconociendo el poquito que aportaste."

“Es importante tener esta posibilidad, poder aportar y demostrar que se pueden hacer las cosas de manera honesta y lineal. Hacer un proyecto, diseñarlo y acompañar, es un proceso muy rico. Desde un principio, el proyecto me entusiasmó, desde la idea enorme con la que Alejandro llegó, hasta que nosotros hayamos conseguido bajarla y plantearla: eso es muy bueno porque hasta ahora, todo lo que se planificó en el TNA - TC, se hizo.”



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JÓvenes periodistas

Durante un año, 9    jóvenes de instituciones educativas públicas y privadas, con el acompañamiento de especialistas en la materia, llevan adelante un laboratorio-taller de periodismo y análisis de las artes escénicas, vinculado a la programación del Teatro. Este blog se propone como un espacio de reflexión y análisis a partir de la producción artística del TNA - TC. 

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