El laboratorio de Creación II, a cargo del director Silvio Lang, problematiza las teatralidades dominantes inmersas en el sistema dominante pariarcal y capitalista. Las sesiones abiertas al público se realizaron entre febrero y mayo en la sala de ensayo del TNA - TC.
Por Lola Winer
“La fuerza de trabajo se ha visto progresivamente regulada por un estricto control tecnobiopolítico. La misma relación de compra/venta y de dependencia que unía al capitalista y al obrero regía hasta hace poco la relación entre los géneros como relación entre eyaculador y facilitador de eyaculación.”
(En Testo Junkie: Sexo, drogas y biopolítica, de Paul B. Preciado)
El patriarcado se desestabiliza y tiembla un poco más. Algo parecería estar cambiando a partir de que la Justicia condenó a cadena perpetua al asesino de Diana Sacayán en un fallo que incluyó la figura de travesticidio. A la par de esta sentencia histórica y fundante en la Argentina, la Organización Mundial de la Salud retiró la transexualidad de la lista de enfermedades mentales.
Ese mismo temblor se replica en el piso 11 del TNA - TC: allí, el activista Silvio Lang milita el goce. Donde hay poder hay resistencia y logra demoler todo lugar seguro. Veinticinco actrices, actores, bailarinas/es y performers conformaron el Laboratorio de creación II, dirigido por Lang. Resultaron seleccionados mediante una convocatoria abierta y los elegidos participaron entre febrero y mayo de dos sesiones semanales de cuatro horas cada una. Este espacio de exploración que contó con sesiones abiertas al público, se encuentra en sintonía con “Entrenar la fiesta”: una fiesta-happening, un ciclo de encuentros públicos coordinados por la Organización Grupal de Investigaciones Escénicas (ORGIE), donde en cada celebración se danzaba un género musical diferente. La consigna era no dejar registros fotográficos de sus encuentros. El laboratorio -también llamado internamente “Fuerzas silvestres” o “Fuerzas plebeyas”- no trabaja con la categoría de personaje ni de acción dramática, conflicto o argumento. El mismo director aseguró que más que hacer obras produce intervenciones políticas. Es una manifestación que interpela al poder. “El votante pobre de Cambiemos tiene odio de clase”: no hay metáforas en esos textos enunciados a los gritos y transformados en canciones de una banda punk. Los poemas apócrifos de Diego Valeriano denuncian las políticas neoliberales actuales. Es una revuelta sexual que rompe con el cisgénero. Critica las estructuras heteronormativas, cuestionando las normas sociales y los discursos dominantes que nos constituyen. Los espectadores se ubican en tres filas de sillas antiguas por tres diversos frentes donde sucumben al sudor, un aire espeso y la vibración de la sala ya que esa fuerza que nace de las tripas retumba en las paredes y el piso. Lang lleva al escenario esta deconstrucción por medio de un vestuario realizado a partir de las propias prendas de los participantes y otras del depósito del Cervantes. Los mismos artistas intervinieron sus atuendos a partir del asesoramiento y colaboración de Endi Ruiz, quien también realizó el vestuario de “La Guiada”. Creador que escapa a las convenciones, el laboratorio de Lang remite a la primera obra del grupo ORGIE, “Diarios del odio”: realizada sobre el poemario de Roberto Jacoby y Syd Krochmalny que reúne enunciados de los lectores anónimos de las ediciones digitales de La Nación y Clarín, durante los gobiernos kirchneristas. El piso 11 del TNA - TC se transforma en un espacio de intercambio de carnes mojadas, un tráfico de sudores donde el contacto con el otro es el modo de vincularse. Una fiesta, una rebelión sexual, una fantasía que busca colectivizar el amor y terminar con el amor romántico. No hay lugar para las codificaciones binarias (masculino/ femenino), se produce una desindividualización del performer y una individualización grupal.
Es una danza contra la injusticia, la desigualdad, la explotación en la que Lang intenta desnaturalizar la realidad, con la colaboración artística de Hernán Franco, el actor que interpretó a Madame Garbo en El homosexual o la dificultad de expresarse, de Copi. El poder normaliza en nuestros cuerpos e inscribe sus codificaciones directamente en la corporalidad. Cualquier resistencia a ese ejercicio de poder se debe dar en este mismo ámbito. Una anarquía que nos propone desaprender las estructuras y trabajar los patriarcados que nos habitan. La fuerza de trabajo pareciera ser la fuerza orgásmica. Una acción transformadora donde algo de lo instituido explota.
Ficha técnica
Intérpretes: Lucía Amico, Marcio Barceló Mannelli, Pablo Damián Daolio, Juan De Rosa, Julián Dubié, Marcelo Estebecorena, Julia Hadida, Aldana Illán, Sumah Kralj, Franco De La Puente, Federico Lehmann, Rodolfo Opazo, Valentina Paglieri, Pikio, Mariano Rapetti, Nastya Rubert, Nicolás Salvatierra, Mora Sanchez Uzal, Juan Pedro Scioli, Patricio Suarez, Romina Trigo, Samadi Valcarcel, Cristian Vega, Nehuen Zapata, Paulo Nehuén Zogbe.
Asistencia de dirección: Matías López Stordeur Producción: Yamila Rabinovich Dirección: Silvio Lang
