Por Sofía Vitale
El hombre que perdió su sombra, la obra para toda la familia recrea el cuento clásico La maravillosa historia de Peter Schemihl, a partir de proyecciones, música, danza y actuación.
El hombre que perdió su sombra, la obra pensada para toda la familia que dirigen Eleonora Comelli y Johanna Wilhelm, cuenta mediante proyecciones sobre un fondo luminoso, la historia de Peter Schlemihl (Santiago Otero Ramos) quien, en primera persona, cuenta que luego de hacer una especie de pacto demoníaco con un extraño hombre gris (Sebastián Godoy), pierde su sombra a cambio de la caja de la fortuna. Este acto de codicia le permite ascender socialmente pero al mismo tiempo le traerá el rechazo de toda su comunidad.
Todos los fines de semana (hasta el 19 de agosto), la sala María Guerrero, la más grande del Teatro Nacional Argentino-Teatro Cervantes, se colma de niños que van a ver la obra con sus familias o en excursión. Está inspirada en La maravillosa historia de Peter Schlemihl, cuento clásico del escritor alemán Adelbert von Chamisso publicado hace más de dos siglos, en 1815. Se tratan temas universales como el amor, la codicia, el egoísmo y el arrepentimiento, con una moraleja final. Al igual que en el original, Schlemihl escribe su propia historia pero cambia el receptor. En el cuento se dirige al autor (“¡Y a tí, mi querido Chamisso, te he elegido como guardián de mi extraña historia”) y en la función se dirige al público. Como suele pasar en los espectáculos infantiles, el silencio nunca es total y este contexto es aprovechado por los actores que en varios momentos interactúan con los espectadores.
En un arte que es tridimensional como el teatro, esta escenografía apuesta por el 2D mediante un proceso creativo que genera efectos visuales sumamente atractivos para chicos y grandes.
La obra sigue de manera bastante fiel las escenas del cuento aunque con menos personajes, una trama más corta y algunas variaciones sobre el final. No hay una adaptación temporal o localista ya que el vestuario y la escenografía proyectada son de época y de estilo europeo. Sin embargo, algunos chistes y pasajes cómicos acercan la obra a nuestro tiempo y la hacen más accesible para los chicos que el cuento alemán, cuyo tono es desesperado, melancólico y triste. Por ejemplo, el beatbox del final interpretado por el personaje de Bendel (Pablo Fusco), servidor de Peter: esos ruidos vocales generan risa en los niños, se interponen a la melodía clásica de piano y violín que marca los tonos de la obra y el estado de ánimo de los personajes. Otra referencia cómica a la actualidad la hace el hombre de gris la onomatopeya “TAN-TAN-“ con “IAN”, formando “Tantanián” en alusión al director del teatro: un guiño para los adultos.
Al comenzar la función, se apagan las luces y suena la armónica música interpretada en vivo por Axel Krygier y Alejandro Terán. Primero aparecen en escena dos bailarines vestidos de oscuro y realizan sobre un fondo luminoso un número de danza. Música y proyecciones estimulan los sentidos, los actores en escena y el juego de luz y sombra que aparece en el escenario, todo se conjuga para contar esta historia.
En un tiempo en el que el 3D parece agregarle valor a las artes visuales como el cine, en el que las nuevas tecnologías y la animación digital permiten salir del plano y darle volumen a la representación, El hombre que perdió su sombra hace el pasaje inverso. En un arte que es tridimensional como el teatro, esta escenografía apuesta por el 2D mediante un proceso creativo que genera efectos visuales sumamente atractivos para chicos y grandes.
Ficha técnica:
Elenco: Pablo Fusco, Sebastián Godoy, Griselda Montanaro, Santiago Otero Ramos y Gastón Exequiel Sánchez.
Músicos en escena: Axel Krygier y Alejandro Terán. Retroproyectoristas en escena: Gisela Cukier y Johanna Wilhelm.
Producción: Francisco José Patelli. Colaboración dramatúrgica: Isol Misenta. Coreografía: Eleonora Comelli. Música, canciones y dirección musical: Axel Krygier. Iluminación:Ricardo Sica. Vestuario: Paula Molina. Escenografía y proyecciones: Johanna Wilhelm.
Dirección: Eleonora Comelli y Johanna Wilhelm.
Funciones: sábados y domingo a las 15.
