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Conocer nuevos mundos: la escuela técnica y el teatro



El jueves 28 de junio, Emilio García Wehbi, director de Tiestes y Atreo, dio una charla acerca de su obra en la Escuela Técnica N°33 Fundición Maestranza de Plumerillo. Los jóvenes periodistas presenciamos el encuentro impulsado por el Área de Educación y pudimos recorrer el establecimiento para charlar con los chicos y chicas sobre cómo vivieron su experiencia en el teatro.


Por Sofía Vitale


La visita de Emilio García Wehbi a la Escuela Técnica N°33 Fundición Maestranza de Plumerillo, en el barrio de Nueva Pompeya, completó la salida realizada por varios cursos para ver Tiestes y Atreo, el espectáculo que estuvo en cartelera desde principios de mayo a fines de junio de 2018 en el Teatro Nacional Argentino -Teatro Cervantes. El punto de partida para que se produzca esta reunión del arte con la educación se relaciona con una política llevada a cabo por el área de Gestión de Públicos.

¿Por qué? Es fundamental entender el capital cultural como parte esencial del individuo en la sociedad. La articulación con el trabajo docente dentro y fuera del aula contribuye a generar un nuevo tipo de espectadores que aporten diferentes lecturas. Ese es uno de los primeros aspectos que destacó Wehbi: “Lo que está intentando hacer la gestión de Alejandro Tantanián, y creo que lo está logrando, es generar un sincretismo entre los espectadores tradicionales y los de nuevas generaciones, con nuevos intereses un poco más contemporáneos, donde los materiales clásicos del teatro están atravesados por otro tipo de lenguaje: musical, visual, tecnológico, coreográfico, etc.”. El contacto con el docente Sergio Venezia fue lo que permitió convertir la experiencia en un intercambio, ya que los chicos asistieron al TNA - TC y, a la vez, fueron visitados por el director de la obra al que le hicieron preguntas y le expusieron sus inquietudes.



La Escuela Técnica N°33 es la única metalúrgica del país donde, desde sus orígenes, se realizan tareas de fundición que, hasta la década del 90, integraban un circuito productivo junto con otras escuelas del país. Aunque la formación de los estudiantes sea técnica, los profesores no dejan de lado la importancia del arte. “Fundir” quiere decir cambiar de estado y también es sinónimo de “unir” intereses o ideas. Eso es lo que proponen los docentes: no solo se funden metales, sino que la formación industrial y cultural se mezclan para que los jóvenes rompan con la rutina, aprendan cosas nuevas y cambien de estado. Es todo un desafío: deconstruir en una escuela que construye.



La primera impresión que da el frente sobre la avenida Francisco Rabanal en Nueva Pompeya anuncia mucho de la dinámica interna. Un micro naranja de escolares espera aún vacío que suba un curso para ir a una excursión programada. Los profesores organizan salidas grupales con frecuencia: desde ir a ver soldaduras en la construcción del Metrobus, hasta obras de teatro o exposiciones en centros culturales y museos. Estos paseos nutren el conocimiento y además, contribuyen a fortalecer los vínculos entre los adolescentes. Así lo expresaron los chicos de 5to año, para quienes lo más agradable de ir al teatro con sus compañeros fue poder cenar todos juntos después, salir a la calle en un contexto en el que el fácil acceso a la cultura por la tecnología tiende a aislarnos. La escuela se convierte así en un lugar de contención social y un espacio interpelado por las problemáticas actuales, como se demostró con la toma del edificio en septiembre de 2017 en contra de la reforma educativa propuesta por el gobierno de CABA. También muchos estudiantes se mostraron interesados por la postura del director, de las actrices y de la obra frente a la discusión tan palpitante sobre la legalización del aborto. Se busca que del cruce entre arte y educación emerjan ciudadanos críticos, comprometidos con los conflictos contemporáneos.



La visita de Wehbi a la escuela le dio continuidad a la salida al teatro. Con preguntas que apelaban a la inspiración personal del director, a su formación, o a la temática y la forma de ese espectáculo tan provocativo, los estudiantes aprendieron que no es necesario seguir un hilo narrativo para comprender una obra, que el entendimiento también pasa por las emociones. Si bien la mayoría había ido antes al teatro, todos los cursos coincidieron en la necesidad de llevar a cabo este tipo de actividades para romper con la rutina del estudio y el trabajo, conocer nuevos mundos fuera de la escuela y, en un futuro, seguir recorriéndolos.

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JÓvenes periodistas

Durante un año, 9    jóvenes de instituciones educativas públicas y privadas, con el acompañamiento de especialistas en la materia, llevan adelante un laboratorio-taller de periodismo y análisis de las artes escénicas, vinculado a la programación del Teatro. Este blog se propone como un espacio de reflexión y análisis a partir de la producción artística del TNA - TC. 

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