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Una poética del entre

El sábado 10 de octubre, se llevó a cabo el décimo taller de formación docente del TNA-TNC. En esta oportunidad la investigadora teatral Laura Fobbio dirigió una charla sobre la “poética del entre” presente en los trabajos de Alejandro Tantanian.

Por Mailén Maradei y Joaquín Fioroni




Laura Fobbio fue becaria doctoral y post doctoral en el CONICET, con investigaciones dedicadas a dramaturgias argentinas actuales y, en particular, al teatro de Alejandro Tantanian. A lo largo del proceso creativo de Sagrado bosque de monstruos, Fobbio estuvo en contacto con el director de la obra y del TNA – TC, en las más de veinte versiones preliminares del espectáculo. “Es muy interesante ver cómo ese texto inicial de Santiago Loza e Inés Garland fue mutando por los aportes de actores y actrices y por las conversaciones que iba teniendo todo el equipo de trabajo”, dice Fobbio. Una de estas mutaciones “sobre la marcha” fue la incorporación actoral del teólogo, filósofo y escritor Hugo Mujica. Al inicio del proyecto, Mujica fue convocado para un “coucheo” sobre la figura de Teresa de Ávila, pero Tantanian le encontró potencialidad teatral a las conversaciones que se daban entre él y Marilú Marini y decidió incorporarlo en escena.

La lectura que propone Fobbio gira en torno a esta idea de “poética del entre”. Para esta propuesta conceptual, se basa en una cita del propio Tantanian: “¿Qué hay entre el dedo de Adán (personaje) y el de Dios (actor) en el fresco de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina? Un hueco. Un espacio vacío. El lugar en donde sucede la creación. Ese es el lugar en el que decido pararme para trabajar: en ese espacio vacío. Y así poder mirar a un lado y a otro, mirar al creador y mirar lo creado”. El entre empieza a aparecer como ese espacio entre el dedo del creador y el dedo del creado. La anécdota de la incorporación de Mujica al elenco es una perlita que viene justamente como anillo al dedo para explicar esa tensión entre el creador y lo creado, entre el espectador y el objeto artístico, entre la figura y el personaje.

A nivel contextual, Fobbio se apoya en las postvanguardias y los elementos que prevalecen del dadaísmo, el futurismo y el surrealismo en la escena actual, anclando a las propuestas de Alejandro Tantanian como un teatro de postvanguardia.

Desde lo teórico, Fobbio recupera el concepto de liminalidad, trabajados desde la óptica del antropólogo Victor Turner, por un lado y, por el otro, con los aportes de Ileana Diéguez Caballero en Escenarios liminales. En esa publicación donde se analiza la performance y el activismo en Latinoamérica, se le dedica un capítulo entero al Periférico de Objetos, grupo del que Tantanian formó parte y que surgió en la década del 90 donde –en palabras de Fobbio– “la democracia empezaba a mostrar su falso rostro y en lo intestino del Periférico se emplaza el arco que condensa la realidad política”.




La liminalidad es, entonces, ese espacio de límite o umbral. Se aplica a los bordes entre distintas disciplinas artísticas en diálogo con el teatro –la música en vivo de Julieta Venegas, la propuesta visual de Oria Puppo– y a la “diversificación que hay en toda la dramaturgia”. Tantanian define esta combinatoria de artes como vampirismo y apropiación, conceptos que Fobbio desarrolla así: “Alejandro plantea la imposibilidad de concebir el teatro como algo en sí mismo y que sí tiene relación con las otras artes. La utilización del concepto de vampirismo en su poética deviene porque él tiene una inquietud particular en el romanticismo y la literatura gótica. Esto se pone en diálogo con el concepto de apropiación que tiene que ver con la posibilidad de que esa impresión que está fuera de mí, pase a formar parte. Por ejemplo, leo una obra de literatura –cuento, novela o poesía–, veo que hay algo que me interesa y me apropio de la experiencia que produce esa lectura”.

El fenómeno creativo no es otra cosa más que eso: decir cómo se ve el mundo, cómo el mundo impresiona al artista y canalizarlo en una expresión singular porque cada uno es un individuo diferente. Tantanian destaca que la originalidad no está en qué voy a crear, en qué voy a decir porque, prácticamente, está dicho, pensado, creado, casi todo. Lo interesante es el cómo.

Según Fobbio, todo esto que plantea Tantanian puede pensarse como fagocitación, el citar eso otro, traerlo a colación. Porque para el director y autor, “es importante comerse a ese objeto que uno tiene enfrente y para poder entenderlo, uno tiene que quedarse con lo más proteico. Eso debe alimentar la propia creación”. En resumen, para Tantanian, “el teatro es literatura, música y materia viva en el tiempo presente”.

La liminalidad aparecería entonces para construir esta idea de “poética del entre”: ese umbral donde colisionan distintas artes, donde la dramaturgia se diversifica y “el creador” y “lo creado” entran en ese limbo del quién creó a quién.

El concepto de personaje también fue parte de la discusión. “¿Se puede seguir hablando del personaje como ese ser que tiene unas características psicológicas determinadas? ¿Se puede seguir identificando en la escena al actor con un solo personaje? ¿Se puede seguir hablando de encarnación del personaje?”, pregunta Fobbio. Y responde con el concepto de figura: “La figura no tiene una historia ni una identidad determinada ni características fijas, sino que es esa voz, esa palabra o acción que lleva adelante cada actor o actriz, y que después puede adoptar otra figura. En Sagrado bosque de monstruos, los actores y la propia Marilú Marini cambian de figuras”. Estos interrogantes, de alguna manera también fueron respondidos por la propia Marilú Marini, en una de las charlas posteriores a la función, cuando dijo que “ya no sé si se puede hablar de personaje. Uno es en escena. Uno es María Teresa de Avila”.

El replanteo que hace Fobbio es si el personaje es una figura o es la resonancia de algo que ya pasó. Para poner sobre la mesa esta cuestión, cita a Tantanian, en relación a Heiner Müller, autor de Máquina Hamlet: “La obra no es una obra en conflicto, es como si fuera algo residual de algo muy terrible que pasó. Yo siento que mis obras siempre tienen que ver con eso, con una suerte de paisaje. Esta es una imagen de Müller como un paisaje después de la batalla. Está la batalla todavía ahí, pero ya no está la fuerza para disponerse a los conflictos. Los personajes ya no están en conflicto, son como reverberaciones de algo muy trágico, de un conflicto que estalló y que tiene sus consecuencias. Ahí yo pienso que el volcado sobre el papel y después sobre la escena, en general, son discursos”. Es decir, repasa Fobbio, se trata de un discurso sobre algo que ya pasó: “El teatro habla del pasado pero ocurre en el presente. Esa es la paradoja del teatro”.



Para finalizar, Laura reproduce videos con citas inéditas y fragmentos de obras de Tantanian. En uno de los trabajos, se ve cómo opera esta cuestión del vampirismo y la apropiación en una dramaturgia de líneas permeables, donde se entrecruzan metadiscursos y distintas artes, poniendo en cuestionamiento la noción de autoría. Entre los artistas que despiertan el interés de Tantanian, está la poeta rusa Marina Tsvetáyeva, tanto su obra como su vida. Al igual que en Teresa de Ávila, Fiódor Dostoievski o Sylvia Plath, vida y obra aparecen con límites difusos. El cuerpo del artista condiciona y hace proclive una forma del quehacer artístico. Tantanian dice que, al ser epiléptico, su escritura es epiléptica y que “las afecciones de cada uno tienen que estar traducidas en el modo de escribir”.

Entre afecciones poéticas, fragmentos de obras de Tantanian y periplos a los que la charla llega, aparece el síndrome de Stendhal: una enfermedad piscosomática que genera vértigo, depresiones y hasta alucinaciones ante hechos artísticos sublimes. Fobbio cuenta que Tantanian incorpora, sin mencionarlo, el síndrome de Stendhal que Dostoieski padecía, en una de sus obras. Teresa de Avila padecía dolencias físicas al entrar en comunicación con Dios. Lo inmaterial se corporiza, tanto en las figuras de la poética de Tantanian, como en ese estado de ensoñación que Sagrado bosque de monstruos propone: “Se reflexiona sobre que el hecho de estar ante una obra de teatro donde se compone una ficción sobre una vida”.

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JÓvenes periodistas

Durante un año, 9    jóvenes de instituciones educativas públicas y privadas, con el acompañamiento de especialistas en la materia, llevan adelante un laboratorio-taller de periodismo y análisis de las artes escénicas, vinculado a la programación del Teatro. Este blog se propone como un espacio de reflexión y análisis a partir de la producción artística del TNA - TC. 

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