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La autenticidad de las imágenes

Actualizado: 28 jun 2018

Con el foco en la obra El hombre que perdió su sombra, el área de Gestión de Públicos organizó un encuentro con las directoras Johanna Wilhelm y Eleonora Comelli para que cuenten sobre su trabajo.


Por Guadalupe Taborda Goldman





En la sala Trinidad Guevara, dentro del contexto del Taller Integral de Formación Docente, el sábado 23 de junio Juan Pablo Gómez y Aimé Pansera condujeron el encuentro número cuatro destinado a docentes de niveles medio y terciario, promotores culturales y público interesado. Como el tema era la obra para toda la familia El hombre que perdió su sombra, se dialogó, en primer lugar, sobre la silueta, la duplicidad, el desdoblamiento, el doble objetivo y el doble subjetivo, del teatro total y el teatro de las sombras. Además nombraron conceptos tales como dopplegänger, autómata, andrógino y explicaron cómo se reflejan los dobles, las “dos caras de la luna” en la obra de Johanna y Eleonora.

La palabra dopplegänger proviene del alemán doppel (doble) y gänger (andante), es decir, “el que camina al lado”. En la literatura europea romantica apareció este concepto de dopplegänger, el doble o gemelo malvado que expone el oscuro y misterioso lado del ser humano. Este fenómeno es parte de novelas clásicas como Frankenstein, de Mary Shelley; Dr. Jekyll and Mr. Hyde, de Robert Louis Stevenson; y La sombra, de Hans Christian Andersen.


Johanna Wilhelm mostrando el retroproyector, las filminas y los papeles.

En la obra, se le llama sombra a este vínculo entre la doble personalidad, la del personaje principal, Peter, y su alma, perspectivas que los espectadores conocen gracias al juego de luces, coreografía, música, retroproyecciones y visuales. Juan Pablo Gómez y Aimé Pansera, junto con docentes y espectadoras del TNA – TC, analizaron el camino que hace Peter al intercambiar, de una manera codiciosa y ambiciosa, su sombra.

Las directoras de la obra, quienes asistieron como invitadas al encuentro, contaron su trayecto artístico antes de llegar al Teatro Nacional. En principio, Eleonora Comelli, coreógrafa y directora de las obras Linaje, Él y Qué azul que es ese mar y más, comentó su actividad en el arte de los movimientos corporales y la danza. Por otro lado, la diseñadora gráfica Johanna Wilhelm explicó el trabajo de las retroproyecciones como parte de la escenografía y mostró los recursos materiales que se utilizan: gelatinas de cine, filminas, papeles calados y agua. Johanna y su compañera Gisela Cukier, son las retroproyectistas que llevan a cabo la proyección de la obra.

También agregaron la importancia de la dibujante y escritora Isol Misenta para la puesta en escéna, quien trabajó con las dos directoras anteriormente y le dio voz a Fanny, uno de los personajes de El hombre que perdió su sombra.

Johanna Wilhelm mostrando el retroproyector, las filminas y los papeles.

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JÓvenes periodistas

Durante un año, 9    jóvenes de instituciones educativas públicas y privadas, con el acompañamiento de especialistas en la materia, llevan adelante un laboratorio-taller de periodismo y análisis de las artes escénicas, vinculado a la programación del Teatro. Este blog se propone como un espacio de reflexión y análisis a partir de la producción artística del TNA - TC. 

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